Nació en Santiago de Compostela, donde residía su familia, en 1880. Cuando su padre consiguió una plaza en la Escuela Provincial de Bellas Artes de A Coruña, se trasladó a esta ciudad, y comienza su formación artística en dicha escuela a la edad de diez años. Complementó los estudios de arte con conocimientos de solfeo y piano.
Su producción pictórica fue abundante, pero no lo suficientemente reconocida como para llevar una vida cómoda. Como método de supervivencia, Florentina y su hermano Donino vendían obra propia como si fuera de su tío Modesto o de su padre Isidoro. En 1906, ambos hermanos se trasladaron a Carral donde su hermana Victoria los mantuvo con su modesto sueldo de maestra. Allí muere a la edad de ochenta años.